11 Y los sacerdotes no pudieron continuar en el servicio a causa de la
nube, porque la gloria de Yahveh llenaba la Casa de Yahveh.
12 Entonces Salomón dijo: «Yahveh quiere habitar en densa nube.
13 He querido erigirte una morada un lugar donde habites para
siempre.»
14 Se volvió el rey y bendijo a toda la asamblea de Israel mientras que
toda la asamblea de Israel estaba en pie.
15 El dijo: «Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, que habló por su
boca a mi padre David y ha cumplido por su mano lo que dijo:
16 “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo Israel no he
elegido ninguna ciudad entre todas las tribus de Israel para edificar
una
Casa en la que esté mi Nombre, pero he elegido a David para que esté al
frente de mi pueblo Israel.”